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Mahmud Darwish

 

Traducción del árabe:

María Luisa Prieto
PRELUDIO SOBRE EL AGUA

 

Tras el lejano otoño
hay treinta años,
la imagen de Rita
y una espiga que ha pasado la vida
en el correo.
Tras el lejano otoño.
 
Un día te quise... y me marché.
Los pájaros vuelan con mi nombre
y los matan.
Un día te quise
y lloro
porque eres más bella que el rostro
de mi madre,
más bella que las palabras
que me han dejado errante.
En el agua está tu cara,
la sombra de la tarde
lucha contra mi sombra
y me impide ver
las ventanas de mi familia.
¿Cuándo se marchitarán las rosas
en el recuerdo?
¿Cuándo se alegrarán los extraños?
Para describir el momento que flota
en el agua
hay un mito o un cielo.
 
Bajo el cielo lejano
te he olvidado.
Allí crecen las azucenas,
sin razón,
y los fusiles,
allí, sin enfado,
y el poema
allí, sin poeta,
y el cielo lejano
frente a las azoteas de las casas,
la gorra del guardia
y el olvido de mi frente.
 
Bajo el cielo extraño
nos tortura la tierra,
tu cuerpo pide fuego a las naranjas
y huye de mí.
Te quiero.
El horizonte se transforma en pregunta.
Te quiero.
El mar es azul.
Te quiero.
La hierba es verde.
Te quiero-azucena.
Te quiero-puñal.
Un día te quise
y conozco la fecha de mi muerte.
Un día te quise
sin suicidio
detrás del otoño lejano.
Peino tu pelo,
dibujo tu cintura
en el viento, estrella y fiesta.
Un día te quise.
Te quiero junto al otoño lejano.
Los pájaros pasan con mi nombre
libres,
con mi nombre pasa el día
cual jardín
y con tu nombre vivo.
Un día te quise
y vivo
tras el lejano otoño.